Capitulo 1 Lo imprecionante


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Capitulo 1 Lo imprecionante
De todas las cosas que podrían pasar ese día...
Gine era nueva, sí. Es por eso que no podía andar ahí en el instituto hablando como si nada a cualquiera que se le crusara en frente, sobre todo porque desde que entró nadie había crusado palabra con ella, algo que obviamente no entendía. Se consideraba una chica normal, llebaba siempre el cabello largo y oscuro hasta la mitad de la espalda, sus ojos eran de un café oscuro que claresían con la luz del sol, era de compleccion mediana ¿que había de malo en eso? No podía saberlo, solo sabía que desde que se inscribió al instituto todo con quien se crusaba la miraba de manera extraña, o al menos eso le parecía a ella. Tal vez tenía que ver con ese sujeto extraño que parecía estarla siguiendo desde el momento en que llegó a Grays River, o aquel otro que no dejaba de mirarla.
Se sentía intimidada, pero no quería ir diciendo por ahí que dos sujetos la observaban, pues sí bien ahora nadie le hablaba despues de decir eso probablemente todos la evitarían oficialmente, cuando solo tenía que ignorar que todo eso estaba pasando.
Pero ese día, su primer día de clases en el instituto, de todas las cosas que podían haberle pasado, esa era, probablemente la mas increible...
—¿Te gustaría sentarte con nosotros?
Ahí, justo delante de ella, se encontraba una pequeña mujercita de cabello negro y ojos dorados, que la invitaba a sentarse en la mesa del mismo chico que no había dejado de verla. Pero en fin ¿Que podía perder? tenía dos opciones, continuar sentada en su mesa sola donde dos posibles sicopatas la observaban, o ir a la mesa de uno de ellos donde al menos había mas personas que podrían ser testigos sí trataban de asesinarla.
—Si —contestó timidamente, al percatarse de que esa pequeña mujersita era la primera en hablarle.
La chica que parecía mas bien una niña rió ferviente mente antes de tomar la mano de Gine y conducirla a su mesa.
—Por cierto, soy Topazz Aldric, pero puedes llamarme Tazz.
—Amm, claro Tazz...
—¿Y tu como te llamas?
—Georgine, pero puedes decirme Gine.
—Deacuerdo Gine, ya llegamos —la pequeña bailoteo antes de centarse a un lado de un hombre robusto y moreno, parecía mas bien un mastodonte, pero contrario a su apariencia rodio suavemente con su brazo los hombros de Topazz.
—Que esperas Gine, sientate. Eric se muere por hablar contigo.
—Topazz, por favor.
—¿Que? pero si es la verdad.
Gine se estremeció la primera vez que escucho la voz grave y a la vez suave del chico rubio que se encontraba sentado al otro lado de Topazz, y que ella habia nombrado "Eric"
—Eric dice que tu mente es muy interesante, tambien dice que le gustaría conoserte mas formalmente, y que le partirá la cara a...
—Tazz —el hombre moreno paso delicadamente una mano por la mejilla de la chica y esta practicamente enmudeció.
—Puedes sentarte Gine.
Era la primera vez que Eric se dirigía a ella, pero causó la misma reacción que antes, el interior de Gine se sacudió antes de sentarse en el unico lugar que quedaba vacío.
—¡Creí que las cosineras tendrían algo mejor! ¿en verdad esperan que comamos esto? —Topazz rió ante el comentario de una chica de cabello oscuro y ondulado que se acercaba con una bandeja —Hum...¿que huele tan bien?
—Es Gine, ¿verdad que huele bien? Eric y yo tambien lo pensamos, ya entiendo por que Franck no deja de verla, pobresillo, debe creer que está en peligro, no ha parado de vigilarla...
—¿vigilarme?
—¡Topazz! —esta ves fueron ambos chicos los que gritaron su nombre.
—¿Y donde está mi silla?
—Le quité una silla a la mesa por que de lo contrario Gine no se sentaría a un lado de Eric, pero puedes agarrar la que quieras.
La chica de cabello castaño dejó la bandeja de comida en la mesa y agarró la primera silla que encontró a la vista para despues sentarse en ella.
—Entonces tu eres Gine ¿he? Eric habló mucho de ti esta mañana. Yo soy Dalian Rozen.
—Creí que no sabían mi nombre.
—Yo no sabía ¡Lo juro! Eric no quizo decirmelo.
—Bueno, estás en esta mesa querida, debes ser especial, y ¿quien mas especial que la chica de la que hablaba Eric esta mañana? claro, esa debes ser tu.
Gine se estremecio denuevo, pero esta vez de puro mido ¿que el tal Frank la vigilaba? ¿Que Eric creía que su mente era muy interesante? No entendía nada de nada, pero estaba claro que esos dos psicopatas la estaban espiando muy de cerca.
— No volveré a decirles nada, no saben guardar un secreto —Eric parecía muy indignado y evitaba la mirada de ambas chicas.
—En primera no fue un secreto...
—No lo tomes así hermano, además deberías agradecerme por haber enviado a Alic a... tu sabes donde, si no hubiera ido a "tu sabes donde" probablemente Gine ya estaría "tu sabes que"
—¿Hermanos? —fue lo unico que atino a decir Gine despues de que se desencadenara una platica sobre ella que parecía solo ella no podía entender.
—Si querida, son hermanos el chico problema y el duendecillo de allá.— contestó Dalian con un tono relajado, poniendo mas atencion en los hermanos que discutían que parecía insitarlos a discutir mas.
—Ya veo.
Y era verdad, Gine podía ver las similitudes entre Eric y Topazz, empezando con los ojos dorados y la piel muy palida, ademas de un semblante muy gelido, ambos parecían quedarse totalmente inmoviles de vez en cuando. Dalian parecía tambien tener ese mismo semblante, pero en sierta forma ella parecía ser mas suave, mas humana. En cambio el chico moreno que desde hacía un tiempo no se había movido parecía desentonar en todo, provocaba un sonido estrepitoso al respirar y Gine podía jurar escuchar cada ruidoso latido de su corazon. Definitibamente el moreno paresía un mastodonte.
—Seguro —susurró Eric.
—¿Seguro qué? —preguntó Gine.
— Si Eric ¿Seguro qué? —era Topazz, mas irritada que nunca.
—Seguro que el hombre que está sentado a un lado de ti parece un mastodonte —Eric tenía la voz mas calmada que lo anterior a pesar de que su hermana amenazaba cortarlo en cachitos.
Sorprendente, Eric parecía haberle leído la mente a Gine cuando pensó en el chico a lado de Topazz, pero en definitiva esa no sería la ultima sorpresa que recibiría en todo el día, y ya venía la siquiente.
—Tazz —el sereno tono de voz de Eric se veía remplazado por uno mas dulce.
—¿Que?
—Ahí viene, por favor, actua mas natural, pienza que queremos hacerle daño.—susurró Eric.
—¿Quien viene?—Preguntó Gine tambien susurrando
—Esto pasa por que Tazz se altero delante de todos —caturreo Dalian.
—¿De que hablan? —Gine comenzaba a perder la pasiencia.
—Si Eric no aundubiera por ahí diciendo todo lo que escucha por ahí, Topazz no se alteraría tanto.—Por primera vez el chico moreno se internó en la conversación.
—¡¿Podrían decirme que está pasando?!
—¡Shh! Callen todos ahí viene.
Franck, el otro chico que parecía estar siguiendo a Gine se acercaba a grandes sancadas, su expreción denotaba furia, o tal vez preocupacion.
—¿Podrían explicarme que estan haciendo con ella?
—No es nesesario que te preocupes trapitos, nosotros ya lo tenemos bajo control.—Dijo Eric recostando su espalda en la silla.
—No me hables en ese tono Aldric...
—Oye, oye chico, aquí tu estás rompiendo las reglas.-Dijo Dalian desde su lugar tensandose.
—No querrás que te deje llorando como la ultima vez ¿verdad? –dijo Topazz inclinandose ligeramente hacia delante.
—Franck, solo vete –dijo el moreno poniendo denuevo la mano en el hombro de Topazz.
Gine se sentía como botín de guerra, entre dos bandos.
—Está bien, me iré ahora ya que se han puesto en ese plan . Pero quiero una audiencia con Billius padre.
—Audiencia concedida, ahora vete. –dijo Eric aun relajado.
—Será un placer tenerte en casa esta tarde trapitos, que tengas buen día –Se burlo Dalian mientras sacudía la mano en forma de despedida.
—Los vigilo Aldirc, los estoy vigilando –susurró Franck mientras daba media vuelta para irse.
Gine estaba mas que confundida, ahora toda la cabeza le daba vueltas, lo mas seguro es que tendría migraña esa noche, pero lo mas importante era saber que estaba pasando en estos momentos en su vida que, hace algunos minutos carecía de emocion mientras que ahora era un torbellino de pensamientos.
—Bueno, eso fue realmente productivo, me desestrecé completamente –murmuaba Tazz mientras hacía rodar la manzana en su bandeja.
—Que maleducada eres Tazz, ella quiere saberlo.
—¿Saber qué?
—El nombre del masto… de tu prometido, ya se cansó tener que identificarlo mentalmente como “el chico moreno” desea saber su nombre.
—Ah, es eso. Solo tenías que decirmelo Gine, estás en confianza. Él es Bengamín. Puedes decirle Ben.
—Puedes decirle Mastodonte –corrigió Eric.
—Ahora si Eric, ¡lo has logrado! Estoy al limite de mi paciencia.
—Tranquila Tazz.
—No entiendo por que tu no te desesperas, no se ha artado de insultarte desde que empezó el día.
—Eso significa que está faliz, ¿Qué no lo ves en su cara? Y eso es probablemente por que conocío a Gine en persona… pero cuando salgamos de aquí…
—Pierdes el tiempo Ben, recuerda que en casa no puedes tocarlo, son ordenes de Billius. –dijo Dalian que al parecer se aburría al no ver una buena pelea.
—¿Quién dijo que en la casa?
Las caras de Ben, Tazz y Dalian se iluminaron de pronto con una sonrisa maliciosa. En eso dieron el toque.
—¡Si! Ya dieron el toque para aritmetica, es toda mía –dijo la mujercilla para despues sacarle la lengua burlonamente a Eric.
—Recuerda que si no la cuidas bien me daré cuenta…
—Yo podría cuidarla mejor que tu, cabeza de chorlito, ademas ¡No te quejes! Le voy a pasar las respuestas.
Mas energeticamente de lo normal Tazz tomó la mano de Gine y salió corriendo del comedor.
Solo entonces Gine se dio cuenta que Topazz traía unos guantes delgados de cuero blanco ¿Por qué los usaría? No hacía tanto frío, pensó. Ademas se suponía que era verano.
—¿A dónde vamos?
—A nuestra clase de aritmetica.
—Topazz, detente. Tengo preguntas que hacerte, estoy hecha un caos.
Pero esta vez parecía que la mujercita no la escuchó, pues siguió corriendo por los pasillos tirando de la muñeca de Gine, haciendola practicamente volar. Gine, intentaba frenarse pero Topazz no parecío sentirlo la primera vez, hasta despues de correr un rato mas por los pasillos mientras Gine jaloneaba al sentido contrario pareció percatarse y paro en seco, probocando que la otra casi callera al suelo. Definitivamente esa chica comía cereal con mucho azucar en el desayuno.
—¿Qué pasa?
—¿Toda tuya?
Rió un poco —Si, bueno es que tuve que convencer a Eric de esto, es muy dificl convencerlo de cualquier cosa, pero le dije que si no me dejaba cuidarte en al menos una clase parecería que es un loco psicopata que trata de matarte, siguiendote a todos lados, así ascpeto, aun que no lo hizo muy contento…
—¿Cuidarme de qué?
—Nada en especial, solo es por precausión.
—Si solo es por precaución entonces puedo cuidarme yo sola.
—No me niegues la oportunidad de conocerte aun que sea en la clase de aritmetica.
No era, eso. Gine consideraba esa pequeña replica de duendecillo algo muy adorable, ademas que fue la primera en conversar con ella, realmente le había tomado una clase de afecto, pero no le gustaba nada eso de “tener que cuidarla” y en especial eso de “tu sabes donde” y “tu sabes que” no le parecía nada bonito tener que desentonar en un lugar al que apenas acababa de llegar solo por que “olía bien”.
—No es eso Tazz, bueno, la verdad no sé lo que sea. Nadie en el instituto me habló antes que tu, pense que tenía algo raro.
Topazz soltó una carcajada sonora y aguda, que parcían cristales rompiendose mas que una risa.
—No creí que te preocuparas por eso, en todo caso le tendré que decir a Eric que se ha pasado de la raya.
—¿Que tiene que ver Eric en todo esto?
—Él nada, solo su sobreprotección. No tienes nada raro Gine, solo tienen miedo.
—¿Miedo? ¿De mi?
—Más bien diría yo: de nosotros. Es que nunca nos habíamos acercado a un huma… a una persona antes, pero desde que llegaste Eric nos pidió que te siguieramos y vigilaramos… por precaución, y eso es lo que tiene asustados a todos, pero me sorprende que no te hayas dado cuenta, nos tenías hasta en tu sopa –Topazz volvió a reir.
—Pues, ahora que lo dices pude notar a Eric y a ese tal Franck seguirme muy de cerca, pero pensé que estaba loca.
—No, mi niña, tu no estás loca. El loco es el cabeza dura que se hace decir mi hermano. Ahora preparate por que conocerás algo aun mas espantoso que el exentrico de mi hermano. ¡El maestro de Aritmetica!
Ambas rieron antes de entrar al aula.
En cierta forma a Gine le gustaba sentirse protegida en una ciudad que no conocía, y la relajaba aun mas saber que la razón por la que nadie se le acercaba no era presisamente ella. Pero aun se sentía preocupada ¿Cuál era la razón por la que Eric se empeñaba en protegerla? Más aun ¿De que tenía que protegerla? Estas preguntas no dejaban de rondar por su cabeza que cada vez mas se inchaba a causa de la oleada de pensamientos.
—¿Qué clase de musica te gusa Gine? A mi me gusta mas la contemporanea, aun que a Eric le gusta la clasica ¿tu cual prefieres?
—Un poco de las dos supongo…
—¡Claro! Eres tan versatiL Gine, ya sabía que no podías desatinarle a esa pregunta.
—Hum… Topazz.
—¿Si?
—¿Qué es eso de la audiencia?
—Ah, sobre eso… No te preocupes, los unicos que tenemos problemas somos nosotros, tu no estás en pelig… ¡ya te oí Eric, no es necesario que grites así!
—Topazz, Eric no está aquí.
La pequeña mujercita se calló por completo mientras abría los ojos como platos, parecía haber dicho algo que no tenía que decir, una vez mas Gine pudo darse cuenta como Tazz se quedaba totalmente inmovil como una estatua, hasta que parpadeo un par de veces y agachó la cabeza.
—Lo lamento Gine, no puedo decirte nada más, te estoy poniendo en riesgo con solo hablar contigo, aun que creeme, no nesesitas saber nada. Así como estás permaneserás mas segura –el suave y alegre voz que caracterisaba a la chica se había perdido entre un tono de pura amargura.
—¿Qué?¿En peligro? Topazz, tienes que decirme, esto se trata de mi…
—Te lo rugo Gine, hace… mucho tiempo que no hablabamos con nadie mas. No queremos perderte, por favor, no me hagas decirtelo.
Gine se quedó helada ante las palabras de la ojidorada, parecía que de lo que estaba tratando era de vida o muerte, algo que no encajaba para nada en la forma de vida pasada de Georgine Arden.
Sin más, Gine bajó su mirada hasta su cuaderno de notas para aritmetica y pasó a escribir lo que el profesor apuntaba en la pizzarra.
Poco despues, tocó la campana.
—Dalian te acmpañará a expresión artistica. Espero verte antes de irnos Gine, nos vemos –Topazz le dedico una sonrisa no muy sinsera antes de dejar a Gine sentada en su pupitre, mas confundida que un demente senil.
Gine no caminó muchos pasos despues de atravesar la puerta del salon de aritmetica, antes de encontrarse a Dalian que se encontraba recargada en los casilleros claramente esperandola.
—¿Desde hace cuanto estas ahí, acaba de sonar la campana? –preguntó Gine sorprendida.
—Muchos minutos, pocos minutos, que mas da –Dalian soltó una sonrisa burlona –bien ahora nos toca… hum…¿que nos toca?
—Expreción artistica.
—Ah si, eso. Bien Vamos al aula.
—¿No sueles ir a expreción artistica?
—No suelo ir a muchas clases querida, no las necesito. Todos los cursos es lo mismo, saltarme unas cuantas clases no es la gran cosa.
—Ya veo…
Al llegar ambas se situaron en esas sillas con cojín, solo había doce en total y cada una tenía un tripie con un lienzo en blanco. Al frente había una de esas pizzarras electronicas, sensibles al tacto, y en la parte posterior había dos docenas de instrumentos diferentes, los mas conocidos.
A Gine le sorprendía todo esto, esa era posiblemente el aula mas cara en todo el instituto, pero, por el contrarió, la comodidad de los acientos mullidos y acolchonados parecían insitar a Dalian a tomar una ciesta.
Un hombre de cabellos canizos y con un chaleco a cuadros que decía mucho de su actitud pasiva llego, y sin más se sentó en el que parecía la silla del maestro.
—Esta es mi ultima clase como maestro sustituto de expreción artistica, mañana vendrá la maestra de planta así que sientanse libres de “expresarse” mientras leo el diario de hoy.
—¿Se va? —susurró Dalian —Genial, una razon más para saltarme también esta clase. Se recergó mas en su aciento mientras posaba sus pies en el tripie.
—¿No vas a hacer nada? —inquirió por lo bajo Gine, aun que divertida. Había algo en la forma de ser de Dalian, la relajaba y divertía a la vez.
—No, solo me sentaré a ver que los demas trabajen, aquí yo soy la capataz man.
Gine no pudo evitar reirse, definitivamente Tazz y Dlian eran dos polos totalmente opuestos, que parecían convivir armonicamente.
De pronto Dalian comenzó a silvar, no era como una melodía si no mas bien un ritmo, un ritmo acompasado. Despues pudo escucharla susurrar, o tal vez solo silvaba mas bajito.
—Mi nombre es dalian rozen y escuchen lo que digo, porque esta historia es mas bien por lo que vivo…mi familia llego a una aldea, como agua de marea… eric, alic, taz y yo siendo nuevos en el lugar, conocimos a unos chavos que no nos dejaban encajar… billius, bengamin y mini bill nos querían echar, pues metamorfos cheriffs eran y se ponian a alardear… peligrosos nos clacificaron, queriéndonos expulsar, pero un acuerdo pudimos levantar… “somos buenos” los convencimos , y pues asi es como convivimos… patear traseros de los nuestros es lo que hacemos, pues a los malos no los queremos … nuestra zona esta limpia, malechores no caen ni una pisca… vampiros y licantropos en esta historia, aparecen sin demora… el que quiera creerlo, pesadillas han de tener durmiendo… pues desde tiempos remotos, nosotros dominamos sus terrenos lodosos… y es asi como termina, la canción con alegría…si quieren repetirla, tendrán que transcribirla… pues para mi he de esperar, un castigo por cantar… una historia tan real, que hasta los bellos te han de enchinar…
Si, definitivamente estaba susurrando, mejor dicho cantando una clase de rap. Gine agudizó su oido, mientras se inclinaba para poder escuchar mejor lo que Dalian decía, pero al no oir nada volteó a verla, sen econtró con que había dejado de cantar, y en su lugar había vuelto a silvar. ¿Le había guiñado? No, tendría que ser alguna basura en su ojo.
—Tanquilo Eric, no se ha enterado de nada…¿Qué como es que pienso eso? Pues es que es bovio…lo que tu digas no cuenta…-Dalian había fijado su vista al frente, y reanudó sus susurros, pero esta vez no parecía cantar —Deacuerdo, es suficiente… nos veremos en la casa, out conection man… –y despues de urgar un rato en sus pantalones encontró un par de lentes oscuros, los cuales usó en lo que se disponía a tomar la ciesta que había premeditado antes.
“vampiros y licantropos en esta historia, aparecen sin demora” Habría jurado que Dalian había mencionado esta frace en la misma canción de la que había nombrado a Eric, Alic y a Topazz junto con ella misma. A lo que recordó que nisiquiera conocía al segundo. El chico que habían mencionado en el almuerzo, aquel que se había ido a “tu sabes donde” para que ella no estubiera “tu sabes que” al parecer Dalian lo tanía mas presente que Eric o Topazz, quien solo lo había mencionado una vez.
Por otra parte también estaba Billius padre, el hombre con quien Franck había pedido una audiencia para tratar un tema relcionado con ella, y “mini Bill” que tenía que ser la razon por la que especificaran al padre del hijo.
Todo esto venía en una pequeña canción que Dalian había rapeado antes de comenzar a comportarse justo como lo hizo Tazz antes de salir de la clase de Aritmetica.
Sí algo era seguro era la posible telepatía de Eric, e incluso “posible” era la condicional para esa oración.

***

La siguientes horas fueron largas, ya que despues de todo, habría una audiencia con Bill padre para hablar de algo que tenía que ver principalmente con ella, y que tambien, solo ella era la unica que no sabría de que se trataría. Sí tan solo estubiera invitada a dicha audiencia…
Podría haber jurado que en el ultimo modulo antes de irse, ningun integrante de la familia Aldric, ni Dalian Rozen, ni el gigantesco de Bengamin la habían seguido, solo: Franck.

Caminaba los pasillos como una condenada a muerte, solo podía pensar en la audiencia que podría decidir si viviría o perecía al día siguiente y nisiquiera estaría para presenciarlo o defenderse, a pesar de que le habían asegurado que lo unico que Frack quería era protegerla.
Abrió pesadamente la puerta del insituto y…

—¡Aquí estás Gine! ¡Estás a salvo! ¿Lo ves Eric? No le pasó nada —Topazz se había colgado de su cuello precticamente.
—¿Por qué? ¿Debía haberme pasado algo?
—Nada niña, es solo que el maniatico de Eric sobreactuó otra vez —era de nuevo Dalian con su tono relajado.
Ahí estaban, todos y cada uno de los integrantes de esa rara comunidad, ya que no podía nombrarlos de otra forma.
—Creí haberles dicho que la mantuvieran a la vista, esa era la condición para…
—Lo sabemos Eric, pero al final no le pasó nada —esta vez era Ben que se rascaba la cabesa, exasperado por los comentarios su supuesto cuñado.
Gine no sabía si la falta de concentración en la platica se debía a su próxima migraña, a las ideas sobre la audiencia, o la falta de oxigeno ya que Tazz había comensado a obstruirle la garganta con su abrazo. Independientemente de la causa no pudo ver lo que venía.
De pronto los brasos acosadores de Tazz habían sido sustituidos por unos mas protectores y de un angulo superior.
—¿Estas bien? —le susurró Eric al oido, lo que hizo que cada bello en su piel se erisara.
—S-si.
No, no estaba bien, estaba mas que aturdida, ¿pero como podía explicarle que derrepente comenzaba a ver borrozo y aescuchar a medias? Además de esa, tenía otras preguntas y unas cuantas teorías que tenía que despejar.
—Yo se lo que ocultan -dijo Gine decidida, esta vez nadie la iba a interrumpir.
—¿Que… ocultamos?
—Sí, se lo que oculta, y está bien, he visto muchos programas sobre eso, y que se debe mantener en secreto, pero no se preocupen, yo no podría delatarlos.
—¿Delatarnos?
—Si, la verdad no se por que lo hacen. Es genial tener alguna clase de “don” como ese, pero respeto su decición, no diré nada sobre la telepatía de Eric.
Todos dejaron salir una carcajada sonora, su teoría parecía totalmente equivocada, pero si no hubiese sido por lo nerviosos que estaban al ser descubiertos no hubieran delatado con esa risa lo que pudo haber sido una buena idea para disfrazar la realidad.
—Supongo que ya sabrás que, no es eso lo que “ocultamos”. Pero creeme, me gustaría que fuera eso sí así lograra sacarte del peligro.
De acuerdo, había fallado. No en que Eric tuviera telepatía, eso seguro que sí era. Pero no era principalmente lo que querían ocultar.
—Ven, te llevo a casa Gine…
—¡Hey Aldric! Es hora de la audiencia.
El sujeto de cabellos largos y orscuros, de piel semicobrisa y mirada profunda, atisado por toda clase de ropaje se acercba desde la puerta del instituto.
—Creo que podrías esperar unos minutos Fracnk, voy a llevarla a su casa.
—Eso no…
—Tranquilo, si te sientes mas seguro me llevaré a Bengamin para que me vigile.
—Te digo que eso no podrá ser, ella tiene que acompañarnos, tiene derecho a saber ciertas cosas que ya están establecidas, y otras tantas sí llego a un acuerdo con Billius.
—¡No seas ridiculo Franck! ¿Sabes en el riesgo en que la metemos sí ella sabe lo de nosotros? –Exclamó Topazz, alterada.
—No más que con el simple hecho de que camine por ahí con ustedes.
—Yo quiero ir.
—Amiga, yo te aseguro que no querrás ir cuando sepas lo que te espera…
—Ella irá. –interrumpió Eric a Dalian con voz firme.
—¡¿Qué?! —Exclamaron Dalian, Bengamin y Topazz al unísono.
—Ella irá, pero solo oirá lo que yo crea que sea apropiado escuchar. Si sabe una palabra de más, tu serás el que la pague Franck.
—Te aseguró que aquí el unico peligro está entre tus manos.
Ambos chicos se miraban fijamente mientras Eric acomodaba a Gine entre su braso al mismo tiempo que la deslizaba hacia un lado.
—Topazz, tu y Ben llevensela en la Jeep, es mas seguro.
—Deacuerdo. Ven conmigo Gine –Tazz la tomo de la mano suavemente y con mucha lentitud la llevó a la camioneta.
—Dalian, ve con ellos, yo me llevaré tu porche.
—Está bien, pero cuidaló ¿Si homes?
—Yo y Fran iremos con Billius, hay unas cosas que debemos arreglar solos.
—Bien, bien. Solo no te desquites con mi porche…
Fue lo ultimo que pudo escuchar Gine antes de entrar en el Jeep con Bengamin y Topazz.


1 comentario:

TSUKIKO dijo...

PUES ME GUSTO MUCHO LA HISTORIA, BUENO LO QUE LLEBAS, SABES QUE SON EL TIPO DE HISTORIAS QUE ME GUSTAN , ESPERO Y LA TERMINES PRRONTO, ESTA MUY MUY INTERESANTE, TERMINALA YA, QUE QUIERO SABER.
TSUKIKO.